Por Miqueas Forster
Escribo este blog desde un escritorio de Ikea recién montado en la habitación de nuestra hija de tan solo 7 meses. Siguiendo las pautas marcadas por el Ministerio de Sanidad, el equipo de GAiN hemos decidido unirnos al #yomequedoencasa y procurar adaptarnos trabajando desde nuestros hogares.
Son tiempos difíciles. Renunciar a nuestra vida social y a las salidas con nuestra bebé es complicado. Ayer ya se subía por las paredes tras varios días confinada en casa (y nosotros, los padres, también).
Tenemos razones para lamentarnos, no me cabe duda. Pero en estos días pienso a menudo en lo afortunado que soy de poder lamentarme desde la comodidad de mi sofá, después de haberme duchado con agua caliente y tras haber disfrutado de un buen plato de pasta fresca con salsa de pesto.
Me vienen a la memoria esas imágenes de desesperación que pude contemplar con mis propios ojos en el campo de refugiados de Moria (Lesbos), de esas familias viviendo en tiendas de campaña bajo las frías lluvias de invierno. De esos niños pequeños sin apenas algo que llevarse a la boca. De esas mujeres embarazadas durmiendo sobre una esterilla en el suelo.
Ellos también están expuestos al coronavirus. Pero no tienen casa en la que quedarse.
Fotos: EuroRelief
Mi experiencia me dice que en tiempos de crisis aumenta la solidaridad. Es de esas paradojas tan hermosas del ser humano. Igual es porque cuanto peor estamos, más entendemos y empatizamos con los que más sufren.
Hagamos que brille el amor en los tiempos del coronavirus (haciendo referencia al título de la novela de Gabriel García Márquez). Aprovechemos el tiempo en casa para pensar cómo podemos involucrarnos de forma práctica en la vida de las personas que más sufren.
Te animo a hacer, una a una, las siguientes tareas durante tu tiempo de confinamiento (yo me comprometo a hacerlo también):
- Si eres creyente, pídele a Dios que nos muestre cómo ayudar a estas personas en medio de la situación que vivimos.
- Piensa en cómo puedes invertir tu tiempo en poner tus habilidades al servicio de las personas que más lo necesitan.
- Toma tiempo para decidir cuánto dinero quieres donar para ayudar a los demás en este año. Decide dónde y cuándo lo vas a invertir.
¿Y tú? ¿Cómo vas a poner en práctica el amor en los tiempos del coronavirus?
Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás.
Filipenses 2:4